31 DE AGOSTO
Biografía San Ramón Nonato.........
En la provincia de Lérida
(España), en una casita de campo, cerca del pueblo del Portell, y descendientes
de las nobles familias de los Fox y Cárdenas, vino al mundo este niño de modo
milagroso ya que fue extraído del vientre de su madre cuando ella ya estaba
muerta, de aquí el sobrenombre con que es conocido, No-Nato, no nacido.
Los planes de Dios no son nuestros
planes. Tampoco los planes de los padres, a veces, son los mejores para sus
hijos. En muchas ocasiones, ellos buscan su propio egoísmo en lugar del bien de
sus hijos. El padre de Ramón le envío a Barcelona para que hiciera amistad con
gente rica, hiciera carrera, y el día de mañana fuera su orgullo y su sostén.
Al poco tiempo de llegar a la
ciudad Condal, Ramón se entregó a una vida de profundo estudio pero no menos
se dedicó a la vida de piedad. Para ello en lugar de hacer amistad con ricos,
se preocupaba de los libros y de los necesitados. Al enterarse su padre le
mandó volver a Portell y allí le encargó el cuidado de unas ovejillas. Hizo
amistad con otros pastores pero como el demonio no duerme, pronto algún
envidiosillo le acusó al amo de las ovejas de que abandonaba el ganado. El amo
le creyó y cierto día le siguió de lejos para ver si era verdad. Y
ciertamente así era: El jovencillo Ramón se retiraba a un lugar solitario, y,
puesto de rodillas, se entregaba a la oración. Pero la maravilla del amo subió
de emoción al ver que un joven bien apuesto, con alas de ángel, cuidaba de su
rebaño y alimentaba en los mejores pastos a sus ovejas. De hecho eran las que
más lana y leche producían. La envidia se trocó en admiración y respeto.
Por este tiempo es cuando se puso
al servicio total de la Virgen María y bajo su amparo. Un día, mientras
cuidaba de sus ovejillas, le habló así: "Madre mía, tú sabes que yo no
he tenido la dicha de conocer a mi madre en la tierra, pero te conozco a Ti y te
amo ¿no querrás suplir a mi madre de la tierra?" - Y la Virgen María le
contestó: "Sí, sí, hijo mío, acepto con gusto ser tu madre..."
Hasta los oídos de Ramón
llegaron los prodigios que obraba en Barcelona un joven sacerdote llamado Pedro
Nolasco que trataba de fundar una Orden para redención de los pobres cautivos,
que, caídos en manos de los sarracenos, eran llevados a las mazmorras de
África. Marchó a Barcelona y se encontró con él y se puso a su servicio y
bajo su dirección espiritual.
En Barcelona se entregó a hacer
obras de caridad por las calles y en los domicilios particulares. Sobre todo
dejó huellas de su gran caridad para con toda clase de enfermos en el Hospital
de Santa Eulalia. Una antigua biografía nos lo pinta así: "Era de caridad
incandescente, que amaba las letras y aprovechaba mucho en ellas. De pueblo en
pueblo iba llevando la Buena Nueva del Evangelio; todos los caballeros y nobles
le respetaban; todos los pobres le amaban y todos seguían sus huellas...
Por fin iba a llegar al heroísmo
su caridad: Se entregó a cambio de un cautivo y estuvo en las cárceles de
Argel. Grandes sufrimientos padeció allí por amor a Jesucristo y a sus
hermanos los hombres. Era por el 1237. Predicaba tanto y con tanto
enardecimiento de Cristo que, para evitarlo, los moros le pusieron un candado en
su boca. Como premio el Papa le hizo cardenal de la Iglesia pero no se
enorgulleció por ello. Enamorado de Jesús Eucaristía y de María, partía a
la eternidad por el año 1240.
Recordemos la historia de los santos.
M.D
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